A partir de la reforma ortográfica de 1999, las formas verbales con pronombres enclíticos (pospuestos) siguen las normas generales de acentuación, independientemente de si el verbo lleva o no tilde por separado: levantose, deme, verlo, callaos, avisadme, levantáronse, démelo, cállate, entréganoslas, míramelo…